viernes, 12 de julio de 2019

El pueblo de Narihualá


El pueblo de Narihualá (Piura)


A pocos kilómetros de la ciudad de Catacaos existe un pueblecito llamado Narihualá. Este pueblo, según relatos históricos y los restos encontrados, fue poblado por varias tribus. En tiempo en que los tallanes poblaron esta ciudad, vivían formando ayllus que se dedicaban al pastoreo y la agricultura. Al tener noticias de que el conquistador Francisco Pizarro se encontraba cerca del pueblo, se llenaron de espanto, y se enterraron vivos, con todas las riquezas que poseían, a fin de que los españoles no se apoderaran de ellas. También dicen que este pueblo tenía un grandioso templo dedicado al culto del Sol, adornado con objetos de gran valor. Entre estos objetos existía una campana de oro; al descubrirla, los españoles se llenaron de admiración; y aumentó más su codicia. Se arrojaron para capturar la campana, pero ella se desplomó, y cayó al suelo, hundiéndose; y no fue posible encontrarla a pesar de los esfuerzos de los españoles. Hoy este pueblo tiene pocos habitantes; y todavía existen paredes de casas antiguas. La iglesia está construida sobre una lomita de tierra, a la cual se le ha denominado el Alto de Narihualá. Cuentan los pobladores que el día de Viernes Santo1 sale un indiecito que lleva en la mano derecha un candil encendido y en la izquierda una campana que al tocarla hace gran ruido; y que este día es el apropiado para hacer la búsqueda de los objetos enterrados. Muchas veces han encontrado sepulcros rodeados de objetos de oro, plata y huacos que contienen dentro gran cantidad de perlas.

LA CAMA DE GUSANOS



Esa  tarde, el sol brillaba en el cielo azul sobre el parque.
Maria se columpiaba y desde allí observaba las copas de los altos árboles, al subir; y la arena del parque, al bajar.
Le encantaba columpiarse, sentir la brisa entre sus cabellos y sentir que podía volar.
Al cabo de un rato, se fue a casa porque ya estaba oscureciendo. Al llegar, notó que no había nadie allí, pero que la puerta estaba sin candado.
Entró llamando a su mamá pero nadie respondió. Vio algunas cosas fuera de lugar y sintió miedo. Siguió gritando ¡mamá!, pero nadie respondía.
Empezó a buscar en todos los rincones de la casa: la cocina, la sala, el patio, los baños y nada. Cuando llegó a la puerta del cuarto de su madre, notó un olor extraño. Era como si hubieran vaciado un enorme cubo de tierra cerca de ella.
Pero lo peor estaba por venir: al mover la manecilla sintió algo viscoso en su mano y soltó un grito mientras abría la puerta para descubrir que todo en aquella habitación estaba lleno de ¡gusanos!.
Maria vio con horror cómo las paredes y la cama de sus padres parecía una gran piscina de gusanos enormes y rosados.
Del susto se desmayó.
Al despertarse, no había mejorado la situación. Ahora los gusanos estaban por todas partes de su cuerpo. Incluso en su cara. Luchó para no gritar por temor a que su boca se llenara de gusanos.
Como pudo, se levantó, se sacudió los gusanos y salió corriendo hacia la calle.
Chocó de frente con su madre, quien tuvo que abrazarla para calmarla.
– Cama. Cuarto- se esforzaba por decir Maria, pero su madre la interrumpió.
– Tranquila amor. Se lo que viste. Yo también los vi y salí a buscar ayuda para fumigar. Por eso no me encontraste en casa. Ya están aquí para sacarlos. Lamento que te hayas asustado.
Entonces, Maria se calmó y esperó en casa de su vecina junto con su mamá hasta que limpiaran la habitación.
 

El antiguo Perú



Las ruinas prehispánicas abundan en todo el país, como el
misterioso templo de Chavín, en Ancash, y sus oscuras galerías
donde encontré el lanzón monolítico. ¡Pero eso no fue todo!
También descubrí una estela con la imagen de una divinidad
sobrenatural que sostiene dos bastones y que es ahora símbolo
nacional del Perú










Ñawpa Perú

Mama suyunchikpiqa achkhapuni mawk’a llaqtakunaqa, Ancashpi
Chavinpa Apukunaq wasinhina, laqha chinkanankunapi lanzón
monolítico nisqata tarirqani. ¡Ichaqa, manam chayllachu! huk
hatun p’alta rumitapas tarini, chaypi huk runa A pu iskay tawnata
hap’ispa llaqllasqa rikhurin, chaytaqmi kunan unanchahina
llaqtanchikpaq.

SISICHAMANTA




Huk kutis sisicha hatun mayuta chinpayta munasqa. Chaysi chakata mana tariyta atispa huk sacha rapipi chinpayta qallarisqa. Ña rapi puririchkaqtinsi, huk kurucha rikurquspa nisqa:
- manam sacha rapillapiqa kay hatun mayu chinpaytaqa atiwaqchu. aswanqa haku kusi kusichapa wasinta, paymi yanapawasunchik, nispa.
Chaysi kusi kusichapa wasinta risqaku. Payqa llikatas awachkasqa.
- kusi kusicha hatun mayuta chinpayta mana atinikuchu, ¿manachu yanapariwankikuman? -nispa kuruchaqa nisqa.
Kusa, kusa, haku, arí, chayqa qamkunawan kuska llamkarqusun – nisqa kusi kusichaqa.
Chaysi, kimsantinkumanta, mayu patapi qurakunata arwispa, kusi kusipa llikanmanta chaka ruwayta qallarisqaku.
Chay chakata tukurquspataqsi, sisichaqa hatun mayuta chinpasqa.


 
EL CUENTO DE LA HORMIGUITA

 había una vez, una hormiguita que quería cruzar un gran rió. Pero al no encontrar un puente empezó a cruzar en la hoja de un árbol.
Después de empezar a cruzar, la vio un gusanito y le dijo: No podrás cruzar el rió solo en una hoja, más bien vamos a la casa de la arañita, ella podrá ayudarnos, le dijo.
Excelente, bueno vamos, entonces la arañita les dijo: trabajemos juntos.
Entonces entre los tres empezaron a unir arbustos con la telaraña para hacer un puente.
Luego de terminar de construir el puente la hormiguita pudo cruzar el puente.

EL GATO



Era una noche fría, cuando cerca de la ventana de Luis maullaba un gato; el chico se levantó rápido y en silencio, no quería que sus padres lo escucharan porque planeaba meter al pobre animal en su habitación, y así lo hizo, después se las arregló para mantenerlo en secreto por varios días.
Pronto ganó confianza, y se movía tranquilamente por la casa cuando no había nadie; un par de días más, empezó a hacerle travesuras al padre de Luis, se escondía por los rincones, rasguñaba las puertas cuando estaba solo, y un día simplemente araño toda su ropa.

El señor entonces explotó al descubrir al animal, quería matarlo y fue detrás de él, Luis suplicaba por la vida del pobre gato, pero solo se ganó el encierro, cuando el señor estaba a punto de golpearle con un palo, los ojos del felino brillaron, tomó forma humana e hizo una pregunta: —¿Matarme una vez no te basta? —… el cuerpo del padre de Luis tembló tanto que ni siquiera pudo seguir sujetando el palo, había reconocido la voz perfectamente, pertenecía a compañero de parranda, al que había propinado un golpe de muerte durante una pelea.

Apenas la figura salió de la sombra, pudo comprobarlo, era el mismo, pero en forma de espectro, por quien sabe que tratos truculentos, había logrado volver a este mundo para obtener su venganza, pero él no quería dañarlo, no físicamente, solo quería hacerle saber que estaba cerca, que miraba cada uno de sus movimientos, que habitaba su casa, y que se había convertido en el mejor amigo de su hijo.

Lo torturaría día tras día, robaría su sueño por las noches, hasta que simplemente no pudiera más…

Algunas personas dicen que después de la muerte se puede tomar el cuerpo de un animal para volver a este mundo, por eso me inquieta que a veces mi gato me mire de manera extraña y tenga comportamiento que parece tan humano… tal vez no sea ya mi gato, y se trate de algo más…

EL LEÓN RABIOSO Y LOS SIERVOS




Un gallardo ciervo comía tranquilamente, con otros de su misma especie a frente a un arroyo.
De pronto se escuchó un estruendo que alboroto la tranquilidad de selva.
El ciervo advirtió a sus congéneres:
Es  rugido del león, que debe sentirse rabioso por alguna contrariedad.
Al notar el pánico de los demás ciervos, les aconsejo:
Esperemos a que aparezcan los demás animales huyendo del temible malvado, así podremos tomar la dirección correcta. No olviden que si el león, estando a ‘pasible, nos causa estragos, imagínense de lo que seria capaz estando furioso.

A mayor riesgo, 
Mayor cautela.







MILLAY HATUN MICHI TARUQAKUNAWAN

Huk kutinsi, taruqa mihuchkasqa q´achuchata unuq qaskanpi, llapan taruqa masinwan,
chaysi ullarikamusqa, huk manchakuq qapariyta, llapanku mancharikusqanku. Chay taruqa nisqa: Hatun michi qaparimuchkan phiñasqacha kachkan. 
Llapan taruqakuna sallaripusqanku:
Chaypi huk taruqa nisqa: Suyariychik maymantacha ihurimunkaqullapan uywakuna, chaylla ripusunchik maymanpas. Ama kunqankichiqchu chay hatun michiqa, chinchalla qaqtin manchakuqchiqpuni, khunanqa qaparimuchkan imataraq ruwasunciqswan.

aswan quraq qaqtin manchakuy,
aswanta cuidakunanchik.

DOÑA MARÍA MICHICHAN




Huk kutinsi, michicha sutichasqa Ramon, khiyallaña qasqa, puñuqsin llaqa ch´isiaq, riqch´ariq mihunanpaq, hinallataq hisp´aq rinanpaq.
huk  p´umchawsi ullarisqa, doña Mariataq qaparimusqa wayk´una wasinmanta nispa:¡huk´ucha, huk´ucha!, Ramunqa manan hatariyta atisqachu wiqsasapallaña qasqa, Ramunqa anchata munakusqa doña Mariata, chaysi nichkuta llaqikusqa, mana llanapayta atispa.
nikusqa nischku wiqsasapallaña qachkani, chaymi sayk´uchkani.
Chaymanta pacha manaña askhatañachu mihun, sapa p´unchaw yuqsin puriq mana wiracha qananpaq.
askha p´unchawmanta Ramunqa uyarimusqa, doña Maria qaparimusqanta, ¡huk´ucha, huk´ucha!, khunanqa ichaqa phawaylla risqa, manchachiq huk´uchata, chaymanta pachakusisqa tillasqanku iskiyninqu.


 

EN CASTELLANO

Ramon, el gato de doña Maria, era muy flojo.
Dormía casi todo el día y solo se despertaba para comer e ir al baño.
 Un día, escucho a doña Maria gritar desde la cocina, ¡ratón,ratón!, Trato de levantarse, pero se sentía muy pesado y le costaba mucho moverse.
Ramon, se sintió triste, pues quería mucho a doña Maria, y no la pudo ayudar.
 Entonces decidió comer solo lo necesario y salir a caminar todos los días.
 Tiempo después, nuevamente Ramon, sintió de doña Maria gritaba ¡ratón,ratón! pero ahora si se movió rápidamente a ahuyentar al ratón, lo que puso muy feliz a los dos.

EL RATÓN Y EL ÁGUILA


Dicen que un día, muy de madrugada, en la cumbre de un cerro un águila se encontró con un ratón.
Y dicen que el águila preguntó al ratón:
¿Qué estás haciendo?
Y el ratón le respondió así:
Yo estoy llevando comida para mis hijos.
El águila le dijo:
¡Estoy hambriento! Te voy a comer.
El ratón muy asustado le dijo:
Por favor no me comas, te daré a mis hijos.
El águila, creyendo que era cierto, dejó libre al ratón.
De pronto, el ratón, le dice al águila:
Vamos te daré a mis crías.
De esta manera, hizo el ratón que el águila caminara junto a él. De repente el ratón, se metió a un hueco y el águila se dijo:
¡Me dará a sus crías!.
Y muy contento se puso a esperar al ratón. Dicen que el ratón no apareció, ya que éste logró, escapar del águila por otro agujero. Dice que el águila espera a la salida del agujero. Cuando no apareció el ratón, dijo:
Hubiese comido al ratón.

EL ZORRO Y LA HUALLATA


Cierto día, una huallata seguida por sus polluelos caminaba orgullosa por la orilla de una laguna. La mamá zorra admirada, observaba la belleza de la huallata y sus polluelos desde lejos. Acercándose a la mamá huallata le conversó de la siguiente manera: _Señora huallata, por favor, dígame ¿Por qué las patitas de sus pollitos son tan coloraditas? La huallata llena de orgullo respondió: _Las patitas de mis hijitos son tan coloraditas porque yo las he tostado en ceniza y fuego dentro de un horno. Tú también hornea a tus hijos, para que sus piececitos sean coloraditos. Cuando escuches que revientan vas a decir: ¡ay!, ¡ay!, ¡ay!.La zorra creyendo que era cierto regresó corriendo a su casa  y horneó a sus cachorros y cuando el fuego crepitaba, ella decía_ ¡ay!, ¡ay!, ¡ay!, tal como había sido instruida por la huallata. Pero al sacarlas del horno los cachorritos se encontraban completamente chamuscados; la zorra lanzó un alarido de susto e inmediatamente se echó a buscar a la huallata, diciendo: _¿Dónde está esa huallata? Y corrió hacia la laguna en su búsqueda. La huallata al verla se fue a centró de la laguna. La zorra queriendo atrapar a la huallata comenzó a beber el agua de la laguna y de tanta boconada de agua murió. Así, de esta manera, la huallata se burló de la mamá zorra.

lunes, 1 de julio de 2019

EL ZORRO Y EL CÓNDOR

poesía en quechua

WAQAQ SARAMANTA

WAQAQ SARAMANTA


Huk kutis runaqa Qusqu yunqapi sarata q´ipimusqa. Chaysiñanpiqa huk sara q´ipinmanta urmasqa, hinas saraqa ñanpi churalayasqa. Uwihakunas hamuqtinqu sarullapusqanqu, kawallukunas hamuqtin thullmirapusqanku, allqus hamuqtin hisp´aypusqa. Saraqa waqansi:- Manachu pillapas uqariwanman, kurpuymi nanawachkan -nispa. Paqariqnintin p´umchuwsi kaqllataq, runapas manapuni sarata uqarinkuchu. Hinallamansiachkha p´unchaw pasasqanmanña, huk´uchaqa llarqaypi mihunata trasquilimocha, ñanpis wiqch´usqa sarata rikurusqa, kusisqa p´itarisqa. Simichanwan hap´ispa qura sukuchaman chutaykun, chaypis saraqa rimarimun:- Añaychakuykin huk´uchacha munawasqaykimanta, ñanpin ñuqa lliwpa sarusqan waqachkarani, kunanqa manaña ñak´arisaqñachu. huk´´
uchataqsi nintqa: Pampachaway saracha amaña mihuchkaykiñachu, sarataqsi nisqa, ¿riqsinkichu haqay chaqrata? chaypi mihukamuy.
chaysi huk´uchaka llapan waykikunawan mihupusqanku. Saraqa para challamuqtin wiñapusqa, sara llank´aq runataqsi lliwta sarata huk´ucha tukuqtin. Chay p´umchawmanta pachas mana ima mikhuytapas usuchiqchu, rikuspapas uqarisqa much´aykuspa taqinman. Munaytas kawsapun.










EL MAÍZ QUE LLORABA


Habia una vez, un joven en el valle del Cusco, iba caminando cargado de maíz, y en uno 
de esos se cayo un maíz, al suelo y así quedo en medio del camino. Vinieron unas ovejas que lo pisotearon al pobre maíz, vinieron unos caballos que también lo pisotearon hasta desgranarlo, también vino el perro y le orino, el maíz quedo llorando desconsoladamente, diciendo: No habrá alguien que me levante, todo mi cuerpo esta adolorido.
Al día siguiente, fue lo mismo ni las personas que pasaban por allí lo levantaban,  y así pasaron los días. hasta que llego un ratón, que se moría de hambre, que vio el maíz botado en el camino, sonriendo fue de prisa por él,  y al cogerlo con los dientes, el maíz comenzó a hablar, diciendo:Te doy las gracias ratón, por lo que me quieres todos me pisaban, desde ahora ya no sufriré.
El ratón le respondió: discúlpame ya no te comeré, y el maíz le dirigió la chacra de donde provenía, diciéndole: ¿tu conoces aquella chacra?, ve a comer, el ratoncito llamo a todos sus parientes para disfrutar del maizal. Al llegar la lluvia el maíz volvió a crecer nuevamente, mientra que el joven, vio toda su chacra destruida. Se dice que no debemos desperdiciar la comida, y si encontramos un producto en el suelo debemos levantar lo dándole un beso y así vivirás feliz.


LA MOTIVACIÓN DENTRO DEL JUEGO

El juego es fundamentalmente una actividad libre. Las personas cuando jugamos lo hacemos por placer; precisamente el poder responder a la n...